Una confesión: mis lecturas de hace una temporada resultan, como poco, aburridas. Aburridas en el sentido de que, por un motivo u otro, no consigo terminarme ninguno de los libros que tengo empezados. Y no es que no sean buenos libros, al contrario, considero que son magníficos, pero algo me para. Así que, que le haremos, en su lugar, me he dedicado a las series y películas.
Una de mis mayores debilidades en cuanto a películas o series son las adaptaciones literarias, sobre todo las inglesas. Y las películas sobre artistas. Hay algo entre presuntuoso e inocente en muchas de las maneras en las que tratamos de entender las vidas artísticas.
Hoy hablaré de dos sombras improbables, una que resulta creíble… la otra, ni por asomo.
1. The Invisible Woman (2013). Por un momento estuve convencida de que la película era de Jane Campion, excepto que la dirigió el mismo Ralph Fiennes, que también interpreta a un ya mayor Charles Dickens y su muy rumoreada relación con Ellen Ternan. ¿A que viene mi 'improbable'? básicamente porque en gran medida el carácter de su relación es especulación, Tomalin insiste en que fue sexual mientras Ackroyd asegura que su relación fue esencialmente platónica. Lo cierto es que Dickens quemó en varias ocasiones su correspondencia, y, aunque se separó públicamente de su mujer, la presencia de Ellen en la vida de Dickens fue más una habladuría que algo que la gente pudiera constatar. De su relación por escrito nada o casi nada queda, a pesar de que uno de los hijos de Dickens lo admitiera públicamente después de que Ellen muriera, así que qué tipo de relación mantenían, saber si Ellen le quería de verdad, si realmente tuvieron juntos un hijo que murió apenas nacer o no… es, básicamente especulación. En este caso, pero, lo esencial es que Ralph Fiennes y Felicity Jones consiguen ofrecer un retrato complejo y muy real como su relación bien pudiera haber sido.
Eso si, sigue pareciendo de Jane Campion.
2. Anonymous (2011). Con esta no he podido ni terminar, lo siento, la película en si no es demasiado extraordinaria… ¿su propuesta? peor que esta nueva serie de Da Vinci's Demons, que, al menos, no niega que es ficción. Conocía la versión que atribuye la autoría de las obras de Shakespeare a Marlow, pero no la de Edward de Vere. Llevo varios días dándole vueltas a internet para intentar sacarle zumo a la teoría de los Oxfordianos, y lo que me encuentro en gran medida son interpretaciones de texto del tipo "con eso quería decir", snobismo, líneas subrayadas en una biblia, anagramas complejos y conspiraciones. Y lo que es más un gran desconocimiento de la función del teatro en el renacimiento y concepciones, como poco, anacrónicas de la figura del 'autor' y de la importancia del 'texto'. Puedo estar equivocada, no lo dudo, pero hasta el día en que aparezca una prueba más interesante que "era una conspiración", mi filóloga interna seguirá la ley de Occam y las pruebas que existen. Además, lo siento, pero la facilidad con la que la película roba a Elisabeth I de cualquier tipo de agencia es, como poco, perturbadora, sobre todo por el tipo de monarca que fue. Casi prefiero la enorme farsa que es Shakespeare in Love, tonta como es.
Casi mejor me dedico a ver las adaptaciones cinematográficas de las obras de Shakespeare, que esto ha sido casi traumático, menos mal que existe el botón de stop.
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