No parece que a estas alturas recomendar a Dickens sea necesario, si no fuera porque a la práctica, a pesar de que mucha gente conoce el nombre, poca es la que lo lee. Durante estas semanas en las que he ido cargando con Our Mutual Friend por todas mis rutinas diarias, mas de uno me ha preguntado que estaba leyendo y al ver el título: "¿Y esta bien?". Si, si, vaya si esta bien, es divertido, irónico, sarcástico, emocionante, sentimental, dramático. Lo habitual, si la persona no es muy lectora, es aquella respuesta en la que sabes que sencillamente están siendo educados, pero que no te creen y que están seguros que el libro es un tostón, al fin y al cabo los clásicos siempre son un tostón. Soy mercenaria para ciertas cosas, así que insisto: "es buenísimo, en serio, si no, mírate la serie, ya veras".
Y me repito, no os gusta leer los tochos de Dickens, miraos sus adaptaciones televisivas, os lo pasareis genial; y si la adaptación es tan fantástica como la que la BBC hizo de Our Mutual Friend (solo por David Morrisey ya vale la pena, su Bradley Headstone es im-presionante) quizás os convenza a entrar en su mundo.
Our Mutual Friend (publicada entre los años 1864 - 65) es, en esencia, la historia de una herencia que se hunde en el río Támesis y las consecuencias que eso acarreara a toda una serie de personajes que, en principio, no tienen conexión alguna. Y ¿quién es el amigo en común? John Rokesmith (y el río Támesis), un personaje oscuro y silencioso que lentamente se hace con gran parte de la historia, directa e indirectamente. Hay algo especial en este de todos los libros de Dickens; una cierta implosión de las las líneas narrativas. Todas hacia ese "amigo en común", quién, como un imán, atrae y cambia vidas sencillamente con estar presente (o ausente).
A partir de ese amigo en común Dickens creará un nuevo grupo social-emocional que deseará que enfrentaremos inevitablemente a una "Sociedad" (ese 'society' tan inglés) especuladora y vacua, cada vez más aislada de la omnipresente pobreza de un Londres que, por aquellos años, sufría una media de 2 a 3 muertes por inanición a la semana. Tampoco nos engañemos, no estamos hablando aquí de una sociedad enteramente revolucionaria (y tampoco hablaremos aquí de la posición de la mujer en la novela), a pesar de las distintas clases que la configuraran, Dickens era, en esencia, un hombre conservador.
Our Mutual Friend es una novela profundamente londinense y, gracias a la teatralidad y el simbolismo de sus
personajes, sus situaciones y su lenguaje, el mundo que recreará Dickens será
más evocador que cualquiera de los textos del más severo de los
realistas.
El otro amigo en común que insisto en mencionar será el río Támesis, constantemente cargado de significado, ya sea en su carácter estanco y casi pútrido a las alturas de Londres o el más limpio y cristalino de alguno de los pueblos de río arriba, o incluso la terrible suciedad de las esclusas.
El río es más sutil y más constante en su presencia en la narración, capaz de cambiar y alterar destinos, como si de un bautismo se tratara, de renovar o terminar. No es casualidad que casi todos sus personajes masculinos pasen, de una u otra forma por sus aguas, que van cargadas de renovación, de muerte y de renacimiento.
Our Mutual Friend es la más moderna de las novelas de Dickens, tanto en lenguaje como en estructura, curiosamente más cercana a los rusos como Tolstoi, y algo más alejada de la novela victoriana de la eterna clase media de la que Dickens se hizo abanderado. Es una novela exagerada y dramática, rica en lenguaje y símbolos, divertida y entretenida como pocas.
[En castellano lo publicó hace unos años la Editorial Mondadori]
[Fotos © Erin Mulvehill]
Desafío Dickens 2012 (propuesto por LittleEmily).
[En castellano lo publicó hace unos años la Editorial Mondadori]
[Fotos © Erin Mulvehill]
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