14 enero 2012

The Adventures of Kavalier & Clay de Michael Chabon

El mundo del cómic de superhéroes ha sido, y en parte sigue siendo, no nos engañemos, un mundo masculino. Sus orígenes, sus temas, sus historias, sus escenarios, reflejaban un mundo de hombres y para hombres. Eso no quiere decir que se excluya automáticamente a posibles lectoras, pero lo cierto es que, sobre todo en sus inicios, los cómics eran una expresión típicamente "de chicos". Y, más concretamente, creo que merece la pena mencionar, "de chicos de clase media urbana".

A finales de los años 30, en Brooklyn, dos primos se conocerán por primera vez, uno nativo de New York, el otro de Praga, de dónde ha conseguido huir de la manera más insospechada. Serán Sam Clay (Samuel Klayman) y Joe Kavalier (Joseph Kavalier) y de la automática química de ambos surgirá uno de los mayores superheroes de los años 30-40: The Escapist - Tom Mayflower (ni por asomo es el nombre una casualidad). The Escapist será el primer superheroe en luchar en la Segunda Guerra Mundial (pensad en Capitán America), se convertirá en un mito capaz amenazar el reino del todopoderoso Superman, será éxito y dinero, aunque pocas veces felicidad, será Houdini y toda la mística que le rodea, será también un Golem judío con la capacidad de comunicar la rabia y desesperación de un par de chicos ante lo que ambos encuentran inexpresable. 

The Adventures of Kavalier and Clay es la historia ficticia de los superhéroes de cómic tal y como los conocemos ahora, a través del relato (con incisos de investigación del tipo tesis doctoral, lo que otorga al relato, y sus personajes, el aire de prestigio de la "historia") de la creación y muerte de uno de ellos, uno de los más grandes. Es también una historia de lo que es y lo que puede ser una familia.

Joe será Superman y el Golem, el elemento externo que aterriza en una ciudad que le es completamente ajena, representada ésta por Sam, clara esencia de un sabelotodo de Brooklyn. En muchos aspectos ser judío no era lo mismo en New York que en Praga... y exactamente lo mismo en muchos otros; las referencias culturales compartidas por ambos serán el caldo de cultivo de todo un 'mythos' que representará algo distinto para cada uno de ellos. Y al mismo tiempo, familiares: es importante notar como, a la práctica, cuando se conocen, ninguno de ellos tiene padre. ¿Es The Escapist un sustituto paterno? Puede serlo, tanto del que no se tiene, como del que se ha perdido, como del padre que se desea ser, como del que se huye de ser... en esencia, una creación de un rol masculino.

The Adventures... es un libro de aventuras cotidianas y creativas, ágil, rápido, de una prosa inteligente y profunda, entretenido ante todo y sobre todo, y aunque el final parece algo acelerado, casi improbable (algunas de las escenas del final son mi único gran problema con esta novela), es un muy buen libro, capaz de, no solo enseñarte, sino recrearte de la forma más íntima, a este curioso mundo de la Golden Age del cómic.



Cómo añadido curioso: la editorial americana Dark Horse y Michael Chabon, crearon una serie de cómics del Escapist bajo la premisa de que tanto Clay como Kavalier eran personas reales y los autores de la serie. El cómic ganó el Premio Eisner del 2005 a la Mejor Antología.



[Image Via The Millions: NYC – First Ave & 83, 1983]

4 comentarios:

  1. Ya casi me había olvidado de esta novela, que leí hace años y de la que recuerdo con gusto sobre todo el inicio: las aspiraciones de los dos chavales en la gran ciudad, en medio de un ambiente un tanto hostil.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ricardo, A me también me encantó el principio, sobre todo la descripción del fin de semana largo en el que crean el mundo del Escapist. El final es bastante más flojo, pero el libro es muy entretenido, verdad?

      Eliminar
  2. Yo con Chabon ando ahí, ahí: siempre he pensado que me tendría que gustar más de lo que me gusta. Y todo viene por un "casi trauma infantil". Adoro a Sherlock Holmes y mi primer contacto con Chabon fue a través de "La solución final", una aventura de un jubilado Sherlock, que francamente es el más aburrido de todos los "pastiches holmesianos que he leido (lo unico bueno es que es muy breve). Luego leí "El sindicato de Policía Yiddish" que me gustó bastante pero no mucho (no se si me explico) y tengo ahi pendiente "Los misterios de Pittsburgh" y este que comenta. Tendré que resolver mi conflicto en algún momento....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que es una reacción bastante normal, hay momentos en que, por muy bien que escriba, el relato es flojo. De este libro yo me quedo, como dice Ricardo, con la primera mitad, ya solo por eso es superentretenido de leer.
      Que a uno le estropeen algo que le gusta es trauma, lo que no se es como tuviste la paciencia de leer algo más de él, yo me sigo subscribiendo al decálogo de Pennac y lo hubiese abandonado!

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...