27 noviembre 2013

Michel Basquiat: The Radiant Child



Suave, reza el poema, quizás es mejor decir, suavemente, adverbializado el adjetivo, mátalo. Cántala sin cesar, mátame suavemente entonces, pues a nadie le gustan los niños radiantes, los genios jóvenes, sigue el poema. 

En muchos sentidos, Basquiat es una re-encarnación moderna del artista joven, una re-versión de aquel tan romántico artista maldito que consigue la fama y poco sabe que hacer cuando la tiene a sus pies. Y que acaba consumido por ella, pues la fama empieza a comerte por la parte de barro.

Tendemos a ser, todos, supervivientes de una cosa u otra, tendemos a buscar la fuerza, a estar siempre 'on top of everything', a ser vencedores y saber mantenernos en esa ola de constante búsqueda de éxito, y como tales tendemos, también, a sentir cierto desprecio de superioridad por aquellos que son más frágiles, los que no pueden con las circunstancias. Los que no parecen capacitados para el management, a encasillar y analizar todas y cada una de sus emociones, para usarlas en su favor. Por aquellos que a veces se hunden.

¿Qué es lo que nos asusta de la fragilidad? Ahogarse en ella asusta, pero mirad su sonrisa, ¿serías tu capaz de sonreír a alguien con esa franqueza? 


2 comentarios:

  1. La soledad del artista abrumado por la fama, cuando todos ya se han ido y la noche lo deja a solas con su circunstancia. Otra ilustre víctima del Club de los 27.

    Saludos.-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. si que lo es, la maldición de los 27, la fragilidad de una cierta sensibilidad...

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...