26 abril 2013

A Young Doctor's Notebook (serie de Playhouse Presents)

Gracias a un conocido de un conocido de un conocido, hace cosa de unos 7-8 años, una de mis mejores amigas y yo pudimos pasar una semana de pleno verano en Venecia, en casa de un veneciano, que es la gracia del asunto. Por la mañana el sol apretaba entre las 'calles' y los canales, por las noches me iba mucho más al este y me perdía por el baile de fantasmas de El Maestro y Margarita. ¿Me gustó? No, ni siquiera lo entendí. Me esperaba, por alguna razón, a otro Fausto y otra Margarita, y aunque sus luces y sombras alumbran teatros muy parecidos, Bulgakov no podría ser nunca Goethe. 

Con los años me da que pensar que Bulgakov no se podría contener como Goethe. Bulgakov se desborda. Así también, con los años, mi percepción de El Maestro y Margarita ha cambiado, convirtiendo el texto en una asombrosa danza de muertos temeraria, surrealista, cínica y mucho más divertida de lo que me pareció al principio. 

Ese sentido del humor que luce también A Young Doctor's Notebook, creada por Playhouse Presents y basada en sus cuentos de A Country Doctor's Notebook (y es más que probable que su Morphine tuviera mucho que ver en la creación), donde narra sus experiencias en un hospital de provincias al que le mandan después de haberse graduado con honores en medicina.

Pasada por el matiz inglés, hasta una bicicleta adquiere sentido del humor, así que lo que en esencia es la historia de una adicción puede llegar a ser tremendamente divertida. Aunque ya nos vayamos a lo más negro y tétrico del sentido del humor. Y es que además, Mikhail Bulgakov tiene toda la pinta de ser un tipo divertido (en ocasiones, dudo mucho que la revolución le dejara demasiado espacio para el humor, pero después de leer que en 1939 después de leer su genial novela a un grupo de amigos se le ocurriera comentar que lo llevaría a publicar, no puedo evitar pensar que no se lo consiguieron aniquilar).

Las consecuencias de la experiencia en contraposición a la inocencia, a base de teatro negro, no olvidemos que Bulgakov era, sobre todo, escritor teatral y los de Playhouse hacen honor a esa influencia, en un hospital perdido en Smolensk que es casi un escenario teatral.

Y por cierto, Jon Hamm y Daniel Radcliffe están geniales y el sentido cómico de ambos es fantástico. Los cuatro capítulos de la serie se pasan en un segundo, entre sífilis, gotas y jarabe, partos y hernias, y un pseudo-Tolstoi tan perfecto que nunca conseguirá emular. Y aburrimiento y risas de las de "me oye mi compañero de piso y se cree que estoy mal, porque el protagonista lleva las manos llenas de sangre hasta el codo".

Vamos, de no perdérsela.


8 comentarios:

  1. ¡Esto tiene muy buena pinta! Humor negro ruso aliado con actores británicos...

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  2. tengo pendiente la novela de Bulgakov aunque no pensaba q fuera a ser dura al menos ahora voy prevenida, tb tengo ganas de ver a Don Draper en otro papel. bsos

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    1. El libro es complicado de seguir, en parte sólo. Si entiendes el surrealismo y lo aprecias (como me pasa a mi ahora) te gustará bastante más.

      La serie es una buena manera de empezar a entrar en el mundo de Bulgakov!

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  3. que buena pinta, agradezco la recomendación!!

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    1. Gracias a ti por leerla, y es fantástica, espero que te guste!

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  4. ¿Otra serie inglesa?

    A buscarla pero YA!

    Un saludo y gracias.

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    1. pues búscala YA! Pq es MUY divertida (y muy muy tétrica).

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