21 mayo 2012

Bad News de Edward St Aubyn

Supongo que hay momentos en que conectamos extrañamente con una voz literaria. Supongo que también lo podeis llamar 'crush' intelectual(oide).
Si tuviera que resumir que es lo que me gusta tanto de Edward St Aubyn supongo que me quedaría con la extraordinaria fluidez de su narración y ese humor negro y corrosivo que convierte la más terrible de las escenas en desesperadamente divertidas.
'And so here he was again, slumped in the back of a cab, in a seat often repaired with black masking tape, but still opening ocasionally onto small craters of yellow foam, back in a nation that was dieting its way to immortality, while he still dieted his way in the opposite direction.'
Si en el primero de los libros nos paseamos por la provenza francesa, en Bad News, el segundo de la serie, nos encontramos en New York durante un largo fin de semana. Patrick Melrose ya no es un niño de 5, sino un joven de 22, independiente de su familia y que sigue buscando ese perfecto desapego con el que nos dejó en el primer libro (convirtiéndose en la lagartija que se paseaba por la pared).

Y es que Patrick es prisionero de una terrible adicción a la heroína y la cocaína.

Obligado a ir a buscar los restos de su padre David a New York, huyendo tanto del pasado como del duelo, su promesa de no tomar heroína durante el viaje se derrumba pronto y durante las siguientes horas se embarcará en otro viaje por las calles y las drogas de la ciudad.

A primera vista son dos los mundos que se enfrentan a través de Patrick, el mundo de las drogas y sus habitantes y el de la clase social, intelectual y rica de la que forma parte Patrick; bien se preocupa él de separarlos con ese snobismo clasista tan irremediablemente inglés.

Pero, más allá de ese nivel, la batalla es en realidad otra; un mundo interior poblado de voces que le atormentan articulándose en los momentos más idos de la dosis, alucinaciones auditivas aleatorias, una adicción que le da una promesa de paz perfecta y un verdadero infierno a partes iguales, así como un profundo deseo de pasear por los límites de su cuerpo.

Por contra, un mundo exterior, una vida social que casi le son una molestia de la que deshacerse hasta el siguiente chute... pero las realidades de las adicciones son muchas y variadas, y en Patrick hay un deseo algo desesperado por contacto social, como si buscara una verdadera comunicación con alguien, pero, evidentemente, no puede evitar sabotearse, la heroína ya es esa comunicación.

Y presente como un fantasma, David, siempre David, quién, para colmo de las ironías ha logrado la muerte antes que Patrick, que lleva años coqueteando con ella.

Never Mind | Bad News | Some Hope | Mother's Milk | At Last

  
[Foto vía  Demystify Me Tumblr]

2 comentarios:

  1. thanks a lot, I so much hope it works out somehow... and I think your blog is lovely, so there's gonna be loads of lovely words from me! x

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