27 abril 2012

Never Mind de Edward St Aubyn

Nos topamos con el padre de Patrick, David Melrose, en el patio, aún en pijama, gafas de sol y matando hormigas con la manguera; mientras, la criada-cocinera busca la manera de entrar sin que la vea, pues va cargada con ropa de la casa. La madre de Patrick, Eleanor, se recupera de una resaca buscando más alcohol por la casa, aunque la mayoría de las provisiones las guarda normalmente en el coche. Esa misma noche han organizado una cena en su casa de la Provenza con algunos de los amigos de David, músico retirado, médico retirado y 'gentlemen of leisure'... gracias al dinero de ella, por supuesto. Será algo informal, sus vecinos en la Provenza, Víctor y su amante americana Anne, los "intelectuales", y Nicholas con su novia Bridget, de clases claramente distintas (algo que Nicholas no olvida en ningún momento), que aterrizan ese mismo día de Londres.

A través de todas esas voces, Edward St Aubyn dibuja un mundo donde sexo, clase y una amoralidad calculada se convierten en los motores de esta sociedad de adultos.

En la periferia, habita Patrick. Patrick tiene unos 5 años y vive una vida aparte de la de sus padres, una vida en gran medida solitaria y falta de cualquier tipo de afecto, jugando solo por el campo de viñedos que les rodea, en la que Yvette, la criada, es la única constante de algo parecido a cariño.
Never Mind podría ser en muchos aspectos una novela devastadora, pero el abandono emocional de Patrick, la violencia mental y física de su entorno comparten espacio con una gran belleza lingüística, sobre todo en los pasajes de Patrick:
'He was convinced that his feet would slip if he moved, and he tried to stop wobbling by clenching his fists and his toes and looking down very seriously at the hard ground around the well. His sword was still resting on the ledge and he wanted to retrieve it in order to make his conquest complete, and so he leaned over carefully, with an enormous effort of will, defying the fear that tried to arrest his limbs, and picked up the sword by its scratched and dented grey blade. Once he got hold of the sword, he bent his knees hesitantly and jumped over the edge, landing on the ground, shouting hooray and making the noise of clashing metal as he slashed about him his imaginary enemies.'  
... y con una crítica aplastante que convierte a sus personajes en ridículos de una clase alta inútil y, en el mejor de los casos, redundante.

Never Mind se extiende a lo largo de una día, un día que podría ser como cualquier otro, pero que para Patrick supone un cambio profundo. Un cambio, que sustentado por los relatos de los otros personajes adquiere cierto sentido (que no justificación), pues poco a poco aprendemos las motivaciones detrás de las acciones de cada uno de los adultos y el verdadero horror del "hogar" de los Melrose... (volved, para eso, a la primera escena de David). Eso si, si queréis victimísmos o culebrones de mediodía, este no es ese libro; junto al horror, la risa inesperada de lo ridículo y de ese 'wit' tan inglés, lo que convierten el relato en algo más, en literatura. 

Edward St Aubyn inicia con esta corta novela, la informalmente llamada 'serie de Patrick Melrose', en la que describe las venturas y desventuras de Patrick, la superficialidad y el horror de la clase alta inglesa. Se ha acabado Downton Abbey, el mundo de los Melrose nada tiene que ver con el de los Crowley.



La editorial Anagrama tradujo unicamente el tercero de los libros de la serie, Leche Materna, en el 2008. Mientras, Picador ha reeditado toda la serie en paperback.


Never Mind | Bad News | Some Hope | Mother's Milk | At Last


[Fotos © Loomis Dean]

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