16 abril 2012

The Age of Innocence de Edith Wharton

Hay ciertas novelas que requieren, además de una meditación, una necesidad de compartir. Así que a pesar de que me ha costado terminar (empezar siquiera) esta entrada, estaba decidida a escribirla.

The Age of Innocence es, para mi, una leve paradoja, pues aún cuando su sentimiento básico bien podría ser adolescente (y es propio de la adolescencia), el texto es para lectores más adultos. Y si, en parte, es mi mente la que se activa de manera más intensa para poder descifrar el mundo que Edith Wharton recrea, será por el contrario, ese rebelde interior de adolescencia, ese que desea romper el molde que la sociedad construye a su alrededor, el que entiende de forma más intuitiva de que nos habla el texto.
En medio de una reconstrucción social minuciosa del New York de clase alta a finales del XIX, Newland Archer se pensará crítico de la sociedad y la clase a la que pertenece, pero sus muchas acciones le encerrarán con aún más ahínco en ese círculo; lo crítica porque pertenece a él y no porque quiera salir de él. A su lado, May Welland, su prometida, quintaesencia de los corsés limitadores de este mundo, ¿realmente vacua a cualquier impulso original o independiente del establecido por la sociedad (sobre todo en mujeres)? ¿o constreñida y autocontrolada constantemente?

Pero de todo ello, Newland es apenas consciente... hasta que Ellen Olenska aterriza de Europa. Acostumbrada a una mayor libertad, huyendo de un matrimonio fracasado y con deseos de rehacer su vida, Ellen ve New York como un paraíso donde, refugiada en el seno de su familia, podrá volver a ser feliz. Pero el yugo de toda esa "buena gente" se convertirá en una carga casa vez más pesada.

Entre Ellen y Newland surgirá una de aquellas pasiones que uno se convence que son especiales; pero Ellen no se divorcia por recomendación de la familia, que quiere evitar el escándalo, y al final Newland se casará con May. ¿Un final de novela romántica que hace honor a la moral y a los valores? La inocencia del título nos lo puede hacer pensar y así nos quedamos a un primer nivel de lectura; pero la novela va mucho más allá y poco tendrá que ver la moral con las presiones sociales de las que nos habla Wharton.

Esta es una de esas novelas con la que aprendes que la apariencia de la verdad es en ocasiones casi tan importante como la verdad en si misma, sobre todo en medio de una sociedad con un lenguaje y un código propios. Pues ese será el gran pecado de Newland frente a Ellen, esa inocencia de la que sólo será consciente al final; Newland ha sido hasta entonces incapaz de leer los símbolos que le rodean mientras Ellen, extranjera a la práctica y sin ese conocimiento de su círculo social del que hace gala Newland, entenderá todo mucho antes y con mayor claridad. Y esa es la gran tragedia del libro.

La sátira de Wharton, del mismo tino que aquel Rape Me de Nirvana, se encarniza al mostrarnos como los mecanismos sociales castigan sin piedad lo que se desvía de la norma. Y todos sabemos lo mucho que le gusta la normativización, todos sabemos lo que es la globalización de los usos, eliminando, por el camino, lo que es "diferente".

Es de las que golpean, si señor.




(Evidentemente, estoy mas de acuerdo con ella que con ella.)

[La Edad de la Inocencia de Edith Wharton; Editorial Tusquets, 1995]

4 comentarios:

  1. Para mi la mejor novela de Wharton sin lugar a dudas. Y esto lo dice alguien que estudió al dedillo "La Casa de La Alegría" en su época universitaria. Pero en cuanto a "The Age..." no solo es ya la sutil corriente de verdades, críticas y profunda filosofía que recorre cada uno de sus párrafos, sino como la compleja prosa de la escritora no deja tregua al lector y lo sumerje de forma inevitable en un mundo que no es el suyo, pero que se le parece mucho -sea de la época que sea-. Una obra universal e inagotable.

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    1. Totalmente de acuerdo! Cuando la empecé, descubrí en este libro un segundo nivel de lectura que para nada me esperaba; es mucho más intensa, inteligente, filosófica y crítica de lo que uno se puede pensar y de lo que lee en algunos comentarios (en ocasiones, por lo que he ido leyendo por internet, tengo la sensación de que no han leído el mismo libro que yo)... Es una obra magnífica!

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  2. Otro que se sube al carro. Obra magistral. Todos los personajes me encantan, pero Newland Archer... desde que leí su nombre no pude dejar de seguirle con el pensamiento. Obra magnífica y opino igual que Wolfville, la más refinada de Wharton de las que he leído. Magnífica fotografía. Yo la leí a la vez que otro amigo al que le aburrió soberanamente, cosa que aun no he entendido, porque en general coincidimos bastante. A él le gustó más la película, que por cierto es magnífica, pero nada comparable a esta joya.
    Cuando la releí en inglés aun disfruté más masticando cada pasaje.

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    1. Es un libro sorprendente a un montón de niveles, verdad? Yo vi antes la película, que aunque esta muy bien y me gusta un montón, no consigue captar la profundidad de la prosa de Wharton, esa sensación de que ella misma esta usando un lenguaje secreto para decirte tantas tantas cosas.
      Me alegra ver que somos tantos en el carro!!

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