08 octubre 2011

The Handmaid's Tale de Margaret Atwood

Este verano, agobiada como los muchos otros a los que nos tocó trabajar con el calor de agosto, y buscando lecturas para los ratos muertos, leí esta entrada de Óscar que me recordó que tenía más de un libro de Margaret Atwood pendiente de leer o de acabar de leer, y como ya me había leído The Blind Assassin (¡mi nombre salé en algún sitio de la novela! soy lo suficiente egocéntrica y tengo un nombre lo suficientemente extraño como para que eso me importe, XD), escogí otro de sus libros más conocidos: The Handmaid's Tale.
 
Margaret Atwood es una autora, en muchos aspectos, incómoda. Incómoda pues sus novelas son bastante insatisfactorias; que no quiere decir eso que no sean buenas, con "insatisfactorias" me refiero a que las limitaciones a las que la autora somete al texto hacen de sus novelas algo siempre limitado, esbozos parciales de una realidad más grande que solo podemos intuir. Cómo si supieras que hay un gran cuadro en alguna parte solo porque has visto un pedazo de una reproducción en alguna parte.

En The Handmaid’s Tale Atwood construye el texto a partir de uno de los recursos más antiguos de la retórica moderna: el manuscrito encontrado, o, en este caso concreto, “las cintas de cassette encontradas” por unos historiadores en un momento indeterminado del futuro y que relatan en primera persona las experiencias de una ‘handmaid’ de la República de Gilead. 

¿Es, por lo tanto un narrador fiable? No, ella misma admitirá no serlo. ¿Es por ello menos válida su narración? De nuevo, no. Trabajando dentro de las limitaciones establecidas el relato será en gran medida más poderoso que si de una extensa narración estadística de la sociedad de Gilead se tratara. Esas limitaciones nos intuyen una clandestinidad, un secreto, una pérdida de voz propia pública a la que el carácter principal se niega a sucumbir, la forma  misma nos cuenta gran parte de la historia. 

La República de Gilead (en todo lo que tiene de pseudo post-apocalíptico) es consecuencia de muchas ideas; Gilead representa y critica una gran variedad de aspectos de los ideas políticas del las sociedades modernas: extremismos religiosos o idearios, los totalitarismos y la pérdida de libertad, algo que intuimos e imaginamos pero siempre bajo la limitada visión de uno de los actores más despreciados de la pensada (y temible) ordenación social de Gilead: la mujer reproductora.

Por que en Gilead una de las dualidades más atroces de la sociedad occidental respecto a las mujeres es llevada a su extremo bíblico-literal: o puta o santa, y lo peor, ambas institucionalizadas. No hay que imaginar tanto para llegar a esta situación. ¿Ciencia-ficción?

¿Vale la pena leerlo? Sin duda alguna. Aunque no os guste la ciencia-ficción, la fantasía, los cuentos post-apocalípticos, la 'especulative fiction' o cómo queráis llamarlo. Miradlo así: ¿qué clase de sociedad tendríamos si siguiéramos algunas de las interpretaciones de la Biblia a rajatabla? Un fantástico 'what if'.



Por cierto, se hizo una adaptación del libro en 1990 y a pesar de que las actrices principales son Natasha Richardson y Faye Dunaway... no me atrevo a mirarla. (Youtube tiene partes subidas)


Credit: Ilustration by Erin McGuire

4 comentarios:

  1. A mi este libro fue uno de los que más me gustó de Atwood (me falta por leer la tira de ellos, esta mujer tiene un ritmo...). No me pareció un libro fluido de leer, que se lea "sin sentir", sino un poco a tropezones, pero el regusto final fue de una novela muy buena que efectivamente no obligatoriamente tenía que haber sido ubicada en otro tiempo o lugar para ser creíble. No obstante, al leerla no me pareció esa especia de "libro guía del feminismo" por el que algunos lo tienen. Sus reivindicaciones no solo me parecen justas sino necesarias, pero muy bien expuestas, sin atacar a cualquier hombre viviente (por motivos evidentes me ponene nervioso los libros que nos culpan a cada uno de los hombres de los errores cometidos por nuestros congéneres antes y ahora).

    Bueno, pero... mojaté un poco, que no tengo nada claro si te ha gustado o no.

    Por cierto, me ha gustado mucho la ilustración. El anticlímax perfecto ha venido cuando he visto el cartel de la película.

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  2. Ha, cierto, me he mojado poco...tiendo a hacerlo, deformación profesional, ahora edito un poco la entrada, jajaja

    Quien vea el libro como una guía del feminismo no se lo ha leído muy bien, la verdad. A muchas mujeres nos incomoda también ver como la narrativa feminista pinta al hombre como a un ogro... pero ese es un tema complejo pq, por norma, esa literatura es poca y reciente, y por el contrario, lo más habitual en la historia de la literatura (habitual no significa siempre) es ver a las mujeres reducidas a meros tópicos; lo que para vosotros es algo relativamente reciente, nosotras lo leemos desde hace siglos. El problema es caer en la misma narrativa y convertir al hombre en el tópico; por suerte, este libro no lo hace, pues estoy convencida que MA cree (igual que yo) que objetivizar a la mujer daña a la sociedad entera, tanto hombres como mujeres.

    Genial el cartel de la película, ¿verdad?

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  3. ADORO a la Atwood desde que leí (hace ya unos 12 años) Los Duarios de Susanna Moodi.Aún me queda mucho por lee3r suyo, entre todo ellos el que aquí reseñas quelo tengo en casa. Del último que hablé en mi blog fue Moral Disorder, una colección de relatos excelentes, como todo lo suyo.
    A mí si me gusta el contar la historia desde otra perspectiva ya llevamos siglos de una única visión y de personajes (femeninos sobre todo) espereotipados y silenciosos.saludos

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  4. Si? Pues me miraré la entrada a ver que tal te pareció el libro que te leíste.
    Exacto, lo que me gusta de las mujeres (y los hombres) de MAtwood es que no son perfectos, fuertes y débiles al mismo tiempo, nunca son demasiado heroicos, verdad?

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