Nicola Samorì. Las formas clásicas intencionadamente
deformadas, recortadas, diluidas, rascadas. Somos hijos de una modernidad
pre-ocupada en la reinvención del lenguaje representativo y atrapada por las
garras de la nostalgia (¿aunque es correcto usar el término nostalgia?). Aún.
El orden de las formas rígidas, un espacio limitado con una serie de normas
predeterminadas a las que se le puede añadir la entropía de la destrucción. Retratos (por que sólo podían ser
retratos) en los que se nos plantea qué significa ser humano en esta, nuestra modernidad, y, aún más
importante, cómo nos explicamos esa 'humanidad' a nosotros mismos, que narración
construimos para sustentarla. Entendemos entonces la deformación (la destrucción) como parte inherente a la creación y, por lo tanto, parte inherente a la representación que hacemos de nosotros mismos?
(La sombra de Picasso es larga.)
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